¿Os gustaría pasar el verano en playas y calas de ensueño? Aquí encontráis los mejores consejos para ir a tomar el sol.
El verano está llamando a la puerta y con él llegan las soñadas vacaciones. ¿Habéis elegido ya un destino? Si no es así, el equipo de Morecast os da la inspiración que necesitáis y os presenta las cinco playas más bellas de Europa.
Playa de ses Illetes, Formentera, España
Esta playa de ensueño se encuentra en la segunda isla habitada más pequeña de las Baleares y seduce por su arena fina y sus aguas azul turquesa. La mejor manera de llegar es en bicicleta o a pie. En otros tiempos, los hippies se instalaron en este lugar y siguen marcando este paisaje playero con un mercado. Un pequeño consejo: quien decida ir a la Playa de ses Illetes en bicicleta evitará pagar el peaje que hay que abonar si se va en coche o en moto.
Navagio, Zante, Grecia
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Aguas cristalinas azul turquesa y acantilados blancos: esta playa, ubicada en la cala de Navagio de la isla griega de Zante, no es ya ningún secreto, pero sí se ha convertido en un lugar para soñar. No es solo el agua de 25 grados de temperatura lo que atrae a los bañistas, sino también el barco de contrabandistas que hay encallado y que vale la pena visitar.
Stiniva, isla de Vis, Croacia
La isla dacia de Vis, en Croacia, se encuentra en una playa rocosa llamada Stiniva. Esta playa se extiende entre altos acantilados y ten solo un estrecho paso permite una visión completa sobre el mar abierto. En 2016 Stiniva fue nominada oficialmente por «European Best Destinations» como «mejor playa de Europa».
Elafonisi, Creta, Grecia
La pequeña isla de Elafonisi forma parte de la isla griega de Creta y se llega a ella en barco. Allí se puede encontrar algo que ni tan siquiera el Caribe ofrece: una playa de color rosa. Este color se debe al brillo de los corales de partículas y moluscos que habitan la zona. El agua, sin embargo, refleja un maravilloso color azul turquesa.
Ponta da Piedade, Algarve, Portugal
La Ponta da Piedade está formada por largas playas y calas, por lo que es un destino perfecto para veraneantes que busquen playas tranquilas y que no estén llenas de gente. Las aguas cristalinas del cabo portugués no tienen nada que envidiarle al Caribe. Allí se encuentran también un faro que se puede visitar y numerosas cuevas por descubrir. La puesta de sol ante este impresionante escenario de acantilados, playa y mar es especialmente recomendable.