El sistema de calefacción central de Europa

Mientras que la costa de Noruega permanece completamente libre de hielo durante todo el invierno, Groenlandia está envuelta en hielo año tras año. Pero, ¿cómo puede ocurrir esto, si la costa este de Groenlandia y la costa de Noruega se encuentran aproximadamente a la misma latitud geográfica? La respuesta a esta pregunta está en el mar.

Aunque la corriente del Golfo representa solo una pequeña parte de la cinta transportadora oceánica global, juega un papel determinante en el escenario climático. La enorme cantidad de aguas cálidas que transporta es responsable de los inviernos excepcionalmente suaves en el norte de Europa. Sin esta fuente fundamental de calor, gran parte del Mar del Norte y muchos de los ríos más conocidos de Europa se congelarían durante la estación fría, como pasa cada año con la Bahía de Hudson en Canadá, que se encuentra a la misma latitud.

La gigantesca “cinta transportadora del mar”

Los vientos originan e impulsan la corriente del Golfo. Los vientos alisios del nordeste empujan las aguas superficiales de la costa africana hacia el oeste, en dirección al Caribe. La fuerza de Coriolis que, en el hemisferio Norte, actúa desviando hacia la derecha objetos y líquidos que están en movimiento, hace que esta enorme cantidad de agua se acumule en el Golfo de México. Una vez allí, la corriente del Golfo se carga de calor y, posteriormente, impulsa sin descanso cantidades ingentes de agua cálida hacia Europa del Norte. Aunque en su camino hacia el norte el agua pierde calor, las temperaturas de la superficie del mar alrededor de Irlanda son todavía suficientemente altas como para permitir que las palmeras crezcan a lo largo de su costa.

Esa es la razón por la cual la corriente del Golfo es tan esencial para nuestro clima y por la cual se la conoce como el “sistema de calefacción central” de Europa. Sin ella, los inviernos en Europa Central y Occidental serían claramente más largos y fríos.

La corriente marítima por excelencia

La corriente del Golfo es una de las corrientes oceánicas de superficie más rápidas, fuertes y cálidas de todo el mundo. Es capaz de transportar más agua que todos los ríos del mundo reunidos y su energía es miles de veces más grande que la de todas las centrales energéticas europeas juntas. El agua dentro de la corriente puede alcanzar como máximo hasta 30 grados centígrados.

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