El huracán Alex – el primer huracán nombrado en 2016 – que se formó sobre aguas del Atlántico a mediados del mes de enero, fue un fenómeno raro y extraordinario para la temporada. Una buena razón para examinar de cerca el desarrollo de este ciclón.
Lo extraordinario de este ciclón tropical es que se formó fuera de la temporada de huracanes, la cual tiene lugar entre junio y noviembre. Fuera de este periodo, las condiciones no favorecen la formación de tormentas tropicales. En el siglo pasado, sólo un puñado de ciclones tropicales se formaron entre diciembre y mayo. El más fuerte de ellos fue el huracán Able en mayo de 1951, que alcanzó la categoría 1 y registró vientos sostenidos de 150 km/h y rachas de 185 km/h.
Debido a la inmensa energía que un huracán necesita para desarrollarse, no es habitual verlos sobre el Atlántico fuera de la temporada típica de huracanes. En primer lugar porque la temperatura de la superficie del agua durante este periodo es demasiado baja. Debe alcanzar por lo menos 26 centígrados, y en segundo lugar porque la distribución de la presión en el hemisferio norte entre diciembre y mayo no ofrece las mejores condiciones y conduce el aire cargado de energía más hacia el sur. Por eso, es más usual que se desarrollen huracanes en países más meridionales, como por ejemplo en el sur del Caribe o en la costa del África Occidental. Desde el inicio del registro meteorológico en 1851, nunca ha habido un huracán entre el 1 de diciembre y el 31 de mayo que alcanzase la costa estadounidense o que llegase a tocar tierra y sólo se han formado 12 tormentas tropicales sobre el Océano Atlántico durante este periodo según la „NOAA Hurricane Research Division“.
No obstante, el tiempo desconcierta una y otra vez y rompe los patrones conocidos. El huracán Alex, que alcanzó fuerza de huracán el 14 de enero, creció desde una tormenta subtropical a un huracán y todo esto con unas temperaturas del agua de aproximadamente 24 °C. Desde enero de 1938, es el primer ciclón tropical que se forma sobre el Atlántico en estas fechas. Únicamente Alice, en 1955, consiguió ser huracán en enero en el Atlántico Norte, pero su “nacimiento” ya tuvo lugar en los últimos días del año 1954.
Por último, cabe destacar que el huracán Alex sólo alcanzó la categoría 1 de huracán durante menos de 24 horas. La velocidad más alta del viento, de poco menos de 140 km/h, se midió frente a la costa de Las Azores, pero no hubo graves daños en las islas. Asimismo, no hubo informes sobre personas heridas.
Las condiciones únicas en las que se pudo formar este huracán, proporcionarán a los científicos datos extraordinarios que les ayudarán a mejorar los modelos predictivos para tormentas tropicales y comprender mejor la compleja ciencia de la meteorología tropical.
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